Hemos echo una visita al programa de la UTE de la cárcel de Villabona, allí los internos se intentan reabilitar y aprender cosas nuevas, incluso formarse.
La vista contaba de tres partes; la primera parte consistió en un debate entre presos y alumnos junto a un profesor que coordinaba el debate. En ese debate algunos de los presos se ofreciero para contar su historia, de donde venían, a que años empezaron con su adicción a la droga, cuanto tiempo llevaban en prisión,etc. Hablamos sobre el tema del alcohol, del cual teníamos más conocimiento y con el que participamos, también hablamos de las influencias que causaban las amistades y muchas más cosas. El profesor de llamaba Nacho y la mayoría de internos eran hombres, había muy pocas chicas, solo tres, una de ellas se llamaba Paula, una chica muy agradable.
La segunda parte de la visita consistía en ir a una sala más pequeña en diferentes grupos donde hablabamos en un debate más cerrado, con menos gente, sobre que hacíamos los fines de semana, lo que bebiamos e historias de amigos que conocieramos que consumían tanto alcohol como porros u otras drogas. Fue un rato muy agradable el que estuvimos allí, después como tercera parte de la visita los propios presos nos enseñaron las instalaciones de la cárcel. Comenzaron enseñandonos las celdas, eran muy pequeñas, tenían una cama, una mesa, estanterías y la ducha esa un cuadradin con una cortinilla sin más. Tenían una ventana pequeña con rejas y algunos tenían televisión , uno hasta tenía una bufanda del Barcelona.Las puertas eran muy pesadas y grandes con un gran pestillo y una ventanilla en medio que de abria o cerraba para comunicar un mensaje o ver el interior de la celda. Después nos enseñaron unas salas donde hacían talleres y módulos de confección, cerámica, punto de cruz, etc. Uno de ellos, bastante jóven, nos contó que él en el periodo que llevaba allí se habia sacado la ESO, el modulo de electricista y soldador y ahora estaba con el bachiller. Luego nos enseñaron el patio donde había un estanque con dos tortugas grandes y peces, también un gimnasio y graffitis por los muros. Nos llevaron al comedor como último lugar de visita y luego nos dirigimos al autocar.
Ésta visita te hace reflexionar y te hace conocer la realidad, en el momento en el que conoces a toda esa gente ves todas aquellas cosas, desaparece por completo el tópico de cárcel de las películas. No llevaban uniforme naranja ni de ningún otro color, simplemente una vestimenta normal, de calle. Las celdas eran pequeñas pero nada que ver con las películas americanas. Me ha parecido una excursión realmente interesante, para mí y para todos los demás compañeros pienso, ya que todo el mundo prestaba atención a todo lo que decían. Volvería a repetir esta experiencia y me gustaría pasar más tiempo con aquella gente, escuchandolos y compartiendo historias. Aunque hayan comentidos delitos, todos estos han sido por causa de la droga, pero antes de caer en ella eran buenas personas, amables y normales, al menos eso creo yo. Todos ellos cometieron un error, pero ahora están aprendiendo a analizar sus actos y saber lo que está bien y lo que está mal. Admiro el gran esfuerzo que han echo para salir de todo aquello y les doy las gracias por dedicarnos esa mañana tan amena que nos han echo pasar.